Tzintzuntzan, el pueblo mágico que así recibe a sus fieles difuntos
TZINTZUNTZAN, MICHOACAN, 02 NOV /NEWS HIDALGO/.- Para los habitantes de Tzintzuntzan, pueblo mágico situado a orilla del Lago de Pátzcuaro, celebrar a sus muertos es más que una tradición, para ellos esperar a sus fieles difuntos se vuelve mágico, su fervor y creencias constagian a los miles visitantes.
Apenas cae la tarde del primero de noviembre y la fiesta comienza en las calles y viviendas de origen purèpecha. Una verdadera fiesta de colores, aromas y sabores, desde meses atrás se han preparado para recibir a quienes se han adelantado en lo que llaman la Noche de Ánimas.
Un torrencial aguacero sorprende a los miles de visitantes antes de llegar a Tzintzuntzan, la música se escucha a lo lejos, un mosaico multicultoral, ríos de autos y personas van y vienen por sus calles empedradas, la mayoría camina rumbo al panteón que lo adorna un enorme arco de centenares o miles de flores de cempasúchil.
Luego de una hora logramos cruzar el enorme portón metalico, extasiados por las luces de miles de veladoras, la música, el olor a tierra mojada y coloridas flores que se mezclan con ricos sabores de las ofrendas, pasillos atiborrados de incrédulos turistas provenientes de todo el mundo.
Una verdadera fiesta, a lo lejos, tres mujeres bailan alrededor de una tumba llena de flores, las notas se pierden entre decenas de músicos, el mezcal, tequila y café son parte del ritual de esta noche de Día de Muertos. Algunos niños corren entre pasillos de los montones de tierra, el paso es complicado, miradas indiferentes, otras de complicidad que te invitan a tomar la foto o vídeo.
Sin brújula, perdidos entre cientos de verdaderas obras de arte, iluminadas por decenas de veladoras, otras con enormes arcos que permiten la entrada del difunto en su primer aniversario, otros lo realizan durante los primeros tres años, pero dicen la tradición es solamente en su primer año de muerto.
La creatividad no para ahí, figuras realizadas con cientos de veladoras y flores crean obras de arte que llaman la atenciòn de propios y visitantes, la mayoria de mujeres purèpechas sentadas al lado de su difunto, muchas con trajes típicos de la región, la velación apenas comienza, será una noche larga.