PACHUCA DE SOTO, 20 MAR /NEWS HIDALGO/.- A pesar de tener uno de los venenos más potentes del mundo, una picadura por viuda negra en la actualidad es combatible gracias a los antídotos con los que se cuentan, por lo que es importante en caso de un siniestro no entrar en pánico y actuar adecuadamente, señaló Julián Bueno Villegas, profesor investigador del Área Académica de Biología del Instituto de Ciencias Básicas e Ingeniería (ICBI), perteneciente a la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).
El experto subrayó que su veneno es neurotóxico y puede afectar el sistema nervioso humano, provocando un síndrome conocido como latrodectismo. Los síntomas incluyen dolor intenso en el área de la mordedura, espasmos musculares, sudoración y, en casos extremos, dificultades respiratorias. Sin embargo, a pesar de su potente veneno, las mordeduras rara vez son fatales, especialmente si se recibe atención médica a tiempo.
Señaló que las viudas negras solo muerden en defensa propia, generalmente cuando se sienten amenazadas o presionadas contra la piel humana. Julián Bueno recomendó que, en caso de mordedura, es importante mantener la calma, tomar una foto o video de la araña —o, de ser posible, capturarla— para identificar la especie, lavar la herida y acudir de inmediato a un hospital o llamar a los servicios de emergencia.
El biólogo de la UAEH especificó que es primordial reconocer el tipo de araña que ha mordido para determinar si es necesario un antídoto y cuál utilizar. Asimismo, sugirió que en caso de encontrar uno de estos animales en casa, lo mejor es no molestarlo y reubicarlo si es posible, utilizando un recipiente y una hoja de papel.
Las arañas del género Latrodectus están distribuidas en diversas regiones del mundo, pero son más comunes en América, Europa y algunas partes de Asia. En México, la Latrodectus mactans es la especie más conocida, mientras que en América del Sur otras variantes, como la Latrodectus curacaviensis, pueden encontrarse en zonas cálidas y secas.
A nivel mundial, se han registrado poco más de 30 especies de este arácnido. En México, hay cuatro de ellas: la más común, Latrodectus mactans, con su característico color negro y marca roja; Latrodectus hesperus; Latrodectus geometricus, de color marrón, introducida desde África; y, recientemente descubierta por científicos mexicanos, Latrodectus occidentalis, que en lugar del clásico reloj de arena presenta franjas o líneas dorsales de color rojo intenso. Todas ellas en el país son llamadas también “viuda negra” o “capulina”.
Estos arácnidos suelen habitar en lugares oscuros y protegidos, como cisternas, cobertizos, pilas de leña y rincones poco transitados; prefieren esconderse en sitios donde puedan tejer sus resistentes telarañas para atrapar a sus presas, que incluyen insectos y otros pequeños artrópodos. Como animales depredadores, desempeñan un papel clave en el equilibrio ecológico al mantener controladas las poblaciones de otros insectos.
La telaraña de la viuda negra es considerada una de las más fuertes a nivel mundial, con registros de especies más grandes, como ratones, pequeñas serpientes, lagartijas y pájaros que han quedado atrapados en su red. “Varios investigadores a nivel mundial estudian los elementos que conforman su telaraña para su posible uso en proyectos que beneficien a la sociedad”, expuso Julián Bueno.
Finalmente, invitó a la comunidad universitaria y a la sociedad en general a acercarse al Área Académica de Biología para conocer más sobre este y otros artrópodos, con el fin de desmentir mitos y aprender las formas de protección adecuadas para evitar incidentes con especies de arácnidos e insectos con los que convivimos.
