Necesaria una legislación que garantice seguridad en el uso de drones
CIUDAD DE MÉXICO, 15 Abr .- Exclusivos de uso militar, los drones comenzaron a usarse en la Segunda Guerra Mundial pero paulatinamente se fueron desarrollando para otros fines como el de investigación, y para 2017 se contabilizaban casi tres millones en el mundo para uso civil.
Estos vehículos no tripulados pueden ser equipados con cámaras, micrófonos y sensores térmicos para tomar fotografías, grabar, tomar muestras o mapear una zona.
Sin embrago, en el ámbito internacional, existen diversas regulaciones en torno a su uso y de acuerdo a la directora de la Oficina de Información Científica y Tecnológica para el Congreso de la Unión, Liliana Estrada, el debate debe centrarse en la regulación que estos deben tener para garantizar un uso responsable, desde un punto de vista de seguridad y privacidad.
México posee sólo 5 por ciento del mercado global, y se lo considera el país con mayor potencial en ese rubro en América Latina, desde diseño e innovación hasta investigación y desarrollo tecnológico en Inteligencia Artificial y robótica. La regulación es emitida por la Dirección General de Aeronáutica Civil.
El Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCyT) estimó que para el año 2025 podrían generarse más de 100 mil empleos creando un beneficio económico de más de 82 mil millones de dólares en Estados Unidos, mientras que en Europa el crecimiento de esta industria generará, para 2050, al menos 150 mil empleos y ganancias de 15 mil millones de euros al año.
Por su capacidad de movilidad, los drones son útiles para recolectar información a bajo costo y destaca su uso en situaciones que suponen un peligro para el ser humano.
Al participar en el Foro Tangible del FCyT, Liliana Estrada, consideró que el espacio aéreo también es un espacio público, por lo que existen ciertas normas que se deben de respetar.
Jesús Martínez, piloto experto de drones, comentó en el mismo foro que existen reglas básicas para conducir los vehículos no tripulados como no volar sobre espacios densamente poblados como conciertos o partidos de futbol, así como no invadir el espacio aéreo destinado a los aviones (lo que significa mantenerse a una distancia de 9.2 kilómetros de estas zonas y no sobrevolar por arriba de los 600 metros).
NTX/MSG