PACHUCA DE SOTO, 27 AGO /NEWS HIDALGO/.- El incumplimiento de pago por las extorsiones que sufren las líneas de auto transporte público de pasajeros en la región de Tizayuca por parte de bandas delictivas del Estado de México, habría sido el motivo de la ejecución del operador del autobús de la línea Tizayuca asesinado de un balazo en la cabeza a manos de un sicario que huyo impunemente.
Fuentes policiales en esta localidad, dieron a conocer el asedio que desde hace algunos años, sufren los empresarios del transporte en esta región limítrofe con el Estado de México y la violencia que padecen los chóferes si no se cumplen con los pagos por derecho de piso producto de las extorsiones que vive el gremio a manos de delincuentes que han encontrado una forma lucrativa para obtener dinero fácil a costa de amenazas, asaltos y ejecuciones a quienes se niegan a pagar.
Trascendió que las empresas de auto transporte colectivo que más padecen este lastre social, son la línea Tizayuca y Baltazar, las cuales tienen que pagar cuantiosas cantidades de dinero de forma constante, para que los delincuentes, principalmente del Estado de México, los dejen operar sin problema.
Se conoció que los bloqueos que ayer se registraron en varios tramos carreteros de la zona de Tizayuca y Pachuca, derivado de la muerte del conductor del autobús, se debió a que los representantes de la línea no cumplieron con uno de los pagos que tenían pactados con los integrantes del grupo delictivo, por lo que fue asesinado el prestador de servicio de 32 años, originario de Temascalapa, Estado de México.
De acuerdo a la información obtenida, los empresarios y los propios chóferes tienen que hacer cooperacha para juntar el efectivo que piden los criminales que en los últimos años han matado a por lo menos tres chóferes y han incendiado algunos autobuses y micros, sobre todo en territorio mexiquense.
Los prestadores de servicio se dijo, han solicitado la ayuda de autoridades de seguridad y procuración de justicia tanto de Hidalgo como del Estado de México pero las extorsiones continúan, lo que ha llevado casi al borde de la quiebra a estas empresas que han tenido que vender parte de su parque vehícular para solventar gastos y muchos de sus chóferes se han ido por temor a ser víctimas de las represalias de este tipo de crimen organizado que no se detiene ante nada.
