Escuela Superior de Huejutla reflexiona sobre sistema penitenciario mexicano
PACHUCA DE SOTO, 05 MAR/News Hidalgo/.- “Se deben abolir las cárceles como existen… no es solo cambiar el nombre, es la estructura” declaró Ninde Molina, abogada y activista feminista antipunitivista perteneciente al Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE).
Se realizó de manera virtual la conferencia “¿Por qué el derecho penal no es la vía para erradicar la violencia contra las mujeres?”, como parte del ciclo de actividades rumbo al Día Internacional de la Mujer Trabajadora, organizado por la Escuela Superior de Huejutla (ESH) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) y la Colectiva Feminista de la Huasteca “Tetik Siuatl”.
La abogada sostuvo que el sistema político en México optó por combatir la violencia de género a través de la creación de leyes punitivas, las cuales no solucionan la incidencia delictiva, no brindan justicia a las víctimas y no permite llevar a cabo los procesos de rehabilitación que debe brindar el sistema penitenciario.
Ninde Molina compartió con las asistentes el cómo a través del feminismo antipunitivista se busca que el Estado se haga responsable de atender la problemática social y cultural de la criminalidad, con la creación de políticas públicas que permitan a las víctimas obtener justicia sin revictimizarlas, mientras se garantiza la no reincidencia de los sentenciados.
“Este feminismo critica la raíz del sistema penal y el derecho penitenciario, la cual es machista, misógina, racista, totalmente discriminatoria, porque lo que se busca es que las personas no deseadas terminen ahí”, declaró.
Sin embargo, para ello es necesario terminar con la impunidad dentro del sistema judicial, impulsar cambios culturales y sociales sobre cómo se concibe a los reos, las penas y la justicia; contar con un personal capacitado con perspectiva de género que deje de revictimizar a las personas denunciantes; la implementación de procesos más sencillos que dejen atrás el elitismo; un presupuesto bien canalizado a la atención de las necesidades del sistema, y la búsqueda de nuevas formas de justicia.
Por último, Molina mencionó que actualmente el sistema penitenciario no puede garantizar la no reincidencia de los sentenciados, debido a las fallas dentro de la institución. El ideal sería contar con programas obligatorios, focalizados y multidisciplinario para conocer los motivos que llevaron a las personas a delinquir, que ayuden a su reinserción e impidan que vuelvan a cometer los crímenes.
“No hay condiciones para que se rehabiliten y para que se cuestionen por qué lo hicieron… en cuestiones de tema de género necesitamos mucha rehabilitación y reflexión para que entiendan que cada una de las acciones que cometieron son graves y no pueden volver a cometerlas”, sentenció.