PACHUCA DE SOTO, 26 DIC/NEWS HIDALGO/.- El jazz, un género musical surgido en las comunidades afrodescendientes del sur de Estados Unidos, ha trascendido fronteras y evolucionado desde sus inicios en el siglo XIX, encontrando en México, al igual que en otros países, un terreno oportuno para su desarrollo, adaptándose y fusionándose con tradiciones locales, destacó Julio Romano Obregón, profesor investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).
El investigador Garza, adscrito al Área Académica de Ciencias de la Comunicación del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSHu), señaló que, de acuerdo a los jazzistas Alain Derbez y Germán Palomares Oviedo, este género llegó a tierras mexicanas en los años de 1920 con la interpretación de temas que se convirtieron en piezas icónicas del repertorio jazzístico. Con el tiempo, se incorporaron elementos de la música tradicional mexicana, para crear un estilo único.
De tal manera que hoy existen más de mil 800 discos de jazz mexicano registrados, de acuerdo a investigaciones
realizadas por el periodista Antonio Malacara, las cuales han sido publicadas en su Enciclopedia fonográfica del Jazz en México. Este legado incluye grandes figuras históricas como Tino Contreras y “Chilo” Morán, así como una nueva generación musical que fusiona el jazz con géneros contemporáneos como la música electrónica, entre otros.
Aunque el jazz no es el género más comercial, su presencia en el país es sólida y está en constante expansión.
Cafeterías, festivales y agrupaciones dedicadas al jazz han proliferado en diversos estados, en donde se ha fomentado una escena cultural vibrante. Además, el interés por explorar nuevas propuestas estéticas asegura que este género siga en constante evolución para que continúe presente en el panorama musical nacional.
En este sentido, Romano Obregón destacó que prueba de la vigencia de este versátil estilo musical se encuentra en las grandes piezas que interpretan las y los artistas mexicanos, como Agustín Bernal, Verónica Ituarte, Julio Ruelas y Roberto Yanes, quienes siguen produciendo melodías jazzísticas y que han marcado huella en el medio.
Demostrando con esto, que el jazz no solo es una influencia extranjera, sino que también tiene identidad propia.
Por ende, esta expresión artística refleja la riqueza cultural del país al fusionar las influencias internacionales con los elementos de la música tradicional mexicana. Su importancia radica en su capacidad para adaptarse y evolucionar, convirtiéndose en un puente entre tradiciones que encuentra nuevas formas de expresión, mientras se mantiene fiel a sus raíces de improvisación.
