Salud

Alto índice de tos ferina podría deberse al descenso de vacunación

SAN AGUSTIN TLAXIACA, 20 MAR/NEWS HIDALGO/.- El reciente brote de tos ferina en México y otras regiones podría estar vinculado a la falta de vacunación completa, especialmente en menores de un año, señaló Eduardo Padilla González, epidemiólogo de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), por ello, invitó a los padres y madres de familia a garantizar la aplicación oportuna de todas las dosis en recién nacidos y prevenir esta enfermedad.

El catedrático de la Licenciatura en Médico Cirujano en el Instituto de Ciencias de la Salud (ICSa) explicó que los aumentos en los casos ocurren cada dos o cuatro años debido a factores como el crecimiento poblacional, la evolución de la bacteria y la disminución de la vacunación, esto pasó especialmente durante la pandemia por COVID-19.

Es así como a raíz de los movimientos antivacunas y el escepticismo se han disparado los casos a nivel mundial.
Por otro lado, de acuerdo con información de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud Federal (SSA), con corte a la semana 10, de este año, se han registrado 12 casos confirmados en la entidad.

Por esta razón, exhorta a los padres y madres a informarse de manera oportuna por el bienestar de sus hijas e hijos, no hacer caso a videos en redes sociales que desinforman y ponen en peligro la salud de los menores, la familia y la población en general. En caso de no pertenecer a un sistema de salud público, acudir a las unidades médicas del IMSS-Bienestar o a las más cercanas a sus comunidades, donde la vacunación es gratuita.

El experto Garza explicó que este padecimiento es una infección respiratoria aguda y altamente contagiosa, causada por la bacteria Bordetella pertussis, que se transmite a través del contacto directo con la saliva de una persona enferma, ya sea al toser, estornudar o al compartir algún utensilio o comida.

La bacteria se aloja en el tracto respiratorio y provoca un cuadro con síntomas similares a la gripe común, como inflamación en las vías respiratorias, la cual, en un par de semanas evoluciona en tos quintosa, caracterizada por una fuerte tos convulsiva, que puede ser acompañada por un silbido en la garganta. Incluso puede llegar a presentarse vómito, escurrimiento nasal, fiebre, dolor de cabeza, cuerpo cortado, entre otros.

De este modo, es importante que la primera dosis se aplique a los menores de un año de dos, cuatro y seis meses de edad, seguida de un refuerzo a los 18 meses y posteriormente a los cuatro años.

También se debe vacunar a las mujeres embarazadas a partir de la semana 20 de gestación, idealmente se deberá aplicar entre la 27 y 36, con el objetivo de que la madre transmita inmunidad al bebé desde el vientre para reducir las afecciones al nacer, aunque se debe completar con lo establecido en la cartilla de vacunación.

“En dado caso de que los padres y madres sospechen un posible contagio, lo primordial es acudir a su unidad médica para que el menor de edad sea valorado oportunamente y reciba el tratamiento adecuado con los antibióticos correspondientes. Es crucial que no se automedique al menor para evitar complicaciones de cualquier tipo”, remarcó el epidemiólogo universitario.

Finalmente, resaltó que, aunque el peligro de muerte es bajo, no significa que sea nulo. El riesgo de la tos ferina en menores radica en que los ataques de tos pueden interrumpir temporalmente la respiración, además, el desgaste propio de la infección puede ser  más grave en recién nacidos o bebés de pocos meses, quienes a veces no presentan tos, pero dejan de respirar, experimentando con ello apnea, lo que puede ser muy grave.

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