PACHUCA DE SOTO, HIDALGO SPORT.- Después llegar como refuerzo del Pachuca en 1961, Héctor Zárate Durón, ofreció sus años mozos como profesional y terminó por finalizar sus estudios universitarios, y formar una familia, que lo identifican como un personaje.
Llegado de los Pumas, Héctor mostró sus dotes como medio volante con los Tuzos, de quienes se enamoró, después de tatuar la playera en su piel, al portarla durante ocho años, compartiendo triunfos y derrotas.
Tras concluir su carrera como jugador, también mostró sus conocimientos de la fiesta taurina, que lo hizo escribir como colaborador en El Sol de Hidalgo, y comentarista en Radio y televisión de Hidalgo.
Con estos dos deportes en la sangre, no podía estar ausente en el Juego del Recuerdo entre Pachuca y Zacatepec, donde estuvo como invitado, se hizo acompañar por su hijo, Ricardo y su nieto, el buen Moy.
“Los dos equipos merecen grandes cosas, pero en aquella ocasión de la final por el ascenso en 1992 resultamos vencedores, igual que ahora, pero seguramente pagaremos la visita e iremos a jugar al estadio de Zacatepec para conservar vigente el recuerdo de esa final”, comentó el extuzo.
“En 1961 yo llegué a la ciudad de Pachuca, donde terminé como gerente del club, donde duramos alrededor de 8 años. No creo que me haya faltado vivir algo con el Pachuca, yo sigo entregado al equipo, he disfrutado y sufrido por las cosas del fútbol, pero mi gratitud es plena para el equipo, la ciudad y el estado”, expresó.
