TULANCINGO DE BRAVO, 19 JUL/News Hidalgo/.- Para inhibir la venta de perros y gatos en espacios de uso común y tianguis, la Dirección de Sanidad Municipal continúa realizando operativos sumando hasta la fecha más de 20, durante los siete meses de aplicación al Reglamento de Protección, Posesión y Control de Animales de Compañía.
Pio Tomas Marroquín Gómez, director de Sanidad Municipal informó que en aquellos casos que se comprueba la comercialización de los ejemplares procede decomiso y una sanción desde 400 y hasta dos mil 15 pesos.
Los animales que se decomisan, se regresan al propietario que haya cumplido con el pago de sanción y cuando no hay interés del vendedor en recuperarlos se establece un margen de 48 horas para que el perro o gato sea entregado en adopción a personas responsables que mediante un convenio se comprometen a proporcionar bienestar animal, consultas veterinarias y lo necesario para que el perro o gato tenga condiciones dignas de desarrollo.
En el caso de los mercados y espacios de uso común, los operativos se realizan de manera sorpresiva; generalmente los perros y gatos son transportados en cajas, mochilas así como contenedores no aptos para su movilización estando casi siempre en hacinamiento y sin condiciones de higiene necesarias para las mascotas.
El riesgo de adquirir un canino o felino en vía pública es que sea portador de bacterias, virus y parásitos internos y externos que pueden infectar directamente la vida del animal o el ser humano por la simple interacción.
Regularmente se ofertan cachorros, muchas veces sin la vacunación correspondiente y esto también pone en peligro la vida del animal, pues sus defensas bajan por estrés y pueden desarrollar enfermedades como parvovirosis, distemper canino y parasitosis.
Otra de las desventajas de comprar en vía pública, es que la población no conoce las características de las razas y por ende pueden adquirir cruzas o animales con rasgos no concordantes.
La Dirección de Sanidad tiene ubicadas arterias y puntos donde se apuestan los vendedores y en este sentido, es ahí donde se persisten las visitas para evitar la comercialización.
Conforme el Reglamento de Posesión, Protección y Control de Animales de Compañía, la venta de perros y gatos está prohibida desde el pasado mes de noviembre del 2017 y la aplicación de la normativa es permanente.
